Plasmar la imagen: ejecutar el trazo, colocar la mancha y en sí, el cúmulo de visualizaciones del artista; en apariencia nos parece fácil. Sin embargo ¿Qué sucede dentro de la mente y conciencia del artista? ¿Qué miedos enfrenta ante la superficie? Estas son algunas de las premisas que la pintura encierra.

Desde la época de la prehistoria pintar ha sido goce estético y preocupación constante en el hombre, empero la pintura como tal nos indica el paso del hombre en este mundo, nos habla de las contradicciones de esta humanidad; y en sus diversas manifestaciones deja el entredicho entre el espectador y el artista. Pintar por placer y por oficio incluye mi percepción del mundo y de la vida, no me remito a la simple y llana técnica depurada, para mi es más complejo, pinto por placer pero también por oficio.

Mi técnica es común, académica y sin embargo libre, expreso lo que siento y sin embargo surge en mi la preocupación natural de la crítica certera, pero un tanto injusta. Aquí están estos trazos, manchas y percepciones que encierran una de tantas y tantas técnicas para pintar. Surgieron del autodidactismo y academia andantes, rivales y complementos inseparables. Guarda pues, en el muro del pensamiento, el fresco olor de la resina, del aceite, de la cera y de la solubilidad del espíritu corpóreo del pigmento.

La escultura miniatura tiene un papel muy importante en la historia de las bellas artes, ya que se ha venido realizando desde hace muchos años, nuestros antepasados elaboraron miniaturas en diferentes materiales como por ejemplo en barro, madera, hueso, marfil, etc.
La escultura miniatura es el punto básico para llegar a la escultura en gran formato. Materiales para hacer miniaturas: madera, hueso de res, espina de pochote, semillas, grafito de lápiz, gises, ect.
Herramientas: lijas, claves, fresas con filo, cuchillo, navajas, ceguetas y dremel.

Proceso de cómo hacer una escultura miniatura en hueso o pochote.

• Se va a la carnicería en busca de huesos.

• Se hierven los huesos con bicarbonato hasta que se le salga toda la grasa y se lavan con detergente.

• Se cortan los huesos en formas rectangulares, cuadrados, etc. y se eligen los pedazos más gruesos.

• Se hace un ágil boceto sobre el pedazo de hueso, de la imagen que se va a tallar.

• Se va dando forma al hueso de la imagen con el dremel con diferentes fresas.

• Y así sucesivamente hasta lograr sacar la figura en bulto o relieve, se le da un acabado con lijas y se pule hasta lograr que salga brillo.

• Se coloca la figura de hueso de res sobre una base de madera.

• Así es como se hace una miniatura.

La obra se comienza realizando dibujos o estudios del tema que abordará la obra; esto siempre será de gran ayuda al momento de elegir el trozo de madera, en cuanto a su tamaño, forma, dureza, color y calidad.

La herramienta que se utiliza es la segueta, hacha, formón, gubia, mazo, escofina y la navaja. La madera que se trabaja con frecuencia, es el sabino, cedro, guanacastle, aguacatillo, caoba, jacaranda, eucalipto.

Se le dan cortes para equilibrar la obra, ayuda la segueta para cortes precisos y evitar el desperdicio del material, luego con el formón o gubias comienza el desgaste de las formas más básicas como perforaciones o secciones a redondear, hay que definir la herramienta a más utilizar. Que por lo general es siempre la navaja, ya que el detalle será el elemento decorativo más presente, también como propuesta artística, toda nuestra herencia gira entorno a la miniatura.

La madera más fácil de conseguir es la seca, pero no hay inconveniencia al usar madera verde o húmedo, sólo que en esta última se incorporará el tiempo de secado en el proceso de hechura.

La obra se realiza en un intervalo de 3 a 9 meses dependiendo del tamaño, detalles y dureza de la madera.
La pieza terminada será bañada o sumergida en insecticida como curación o prevención de parásitos.
El acabado será natural ya sea con pigmento o base aceite, cera negra y copal.

¿Qué sería del artista sin el desahogo de una poderosa arma en la expresión visual? El juego y combinación de material pictórico y plástico. Sin duda alguna su arte estaría incompleto. Las técnicas mixtas son este valioso auxiliar. Utilizo arenas, concretamente arena de mar, y recurriendo a la modernidad de los materiales tomamos un poco de acetato de polivinilo en la superficie y lograr una mezcla homogénea y parecida en textura al recubrimiento de muros. 

Utilizando polímeros nos acercamos más a la textura con la cual se pretende trasmitir la fuerza y carácter del pensamiento que se queda en una excelsa paradoja de expresión plástica. La técnica mixta permite entonces crear mundos, imágenes que se traducen del plano bidimensional a una concepción corpórea de este pensamiento. La imagen obtenida es una hermosa paráfrasis del fresco.

La gráfica en México desde tiempos de la Revolución sirvió como medio de expresión y comunicación periodística y sin embargo en el claro obscuro de su esencia se encierra la más pura tradición del dibujo. Tomar la punta seca, el buril o el bruñidor, nos remite a la forma que del pensamiento saldrá para ser transferida al metal. Punta seca y Agua fuerte: dos técnicas de impresión antiguas como lo es tal vez mi percepción de lo moderno. 

Tal vez me encuentre desfasado en la utilización del ordenador y del mundo cibernético para utilizar estos elementos que los diseñadores actuales ocupan para plasmar ideas. Litografía; otra más para dejar entre ver lo que no se quiere decir con palabras. Y sin embargo todo esto me atrae con la simpleza de poder dibujar en la placa de zing, aluminio o piedra. Grabar si no es mi pasión, es al menos el complemento a mi espíritu de artista. Utilizar el grabado como forma de expresión artística es y será un eterno agradecimiento al Maestro Juan Alcázar.